jueves, 17 de mayo de 2012

Santa Casilda

El Santuario de Santa Casilda es un auténtico foco de fe en la comarca burebana al que peregrinan miles de devotos en todas las épocas del año. La tradición oral dice que el lugar idóneo para que las parejas pidan descendencia y para que los enfermos se curen. Quienes deseen tener un varón en el plazo de un año deben lanzar una piedra desde lo alto del santuario hasta el Pozo Blanco y quienes prefieran una niña deben arrojar una teja. Para aquellos que busquen sanar a sus seres queridos, el ritual consiste en mojar una prenda en las aguas del Pozo Negro y colocárselo, después, al enfermo. El fervor por la infanta mora que se convirtió al cristianismo allá por el siglo XI se conserva a pesar del paso de los siglos.
Santa Casilda era hija del rey toledano Al Mamún y al no ser curada por los médicos de su entorno, de un flujo de sangre, tuvo un extraño sueño que le sugería acudir a los lagos de San Vicente para conseguir su sanación. Por ello, se trasladó hasta el término de Buezo, cerca del actual Santuario de Santa Casilda, donde tras sumergirse en las aguas de sus pozos sanó de su enfermedad. Tras su bautizo y conversión al cristianismo, la infanta tomó la decisión de quedarse a vivir en este paraje. Eligió una cueva para morar en absoluta soledad, al igual que lo hacían muchos otros en la Castilla de aquella época. Después de fallecer, Casilda, permaneció en el anonimato hasta el siglo XV pero la sucesión de milagros, relacionados con caídas por barrancos sin consecuencias y con curaciones de personas desahuciadas, impulsó el resurgimiento de esta santa y la devoción que sienten los briviescanos y burebanos. La gruta de la santa ha tenido diversas ubicaciones dentro de la iglesia. Antiguamente, se hallaba en la nave izquierda y en el año 1520 los restos fueron trasladados a la cabecera de la iglesia. Dos siglos más tarde, los restos se colocaron en la nave central, lugar en el que se encuentran actualmente. Además se pintaron las bóvedas con escenas de su vida y obra.


el milagro de las rosas. El milagro más conocido atribuido a la patrona de Briviesca es el de la conversión del pan en rosas. Su padre Al-Mamún encerraba a cautivos cristianos en las mazmorras de su alcázar. Casilda, con la excusa de recoger flores en el jardín realizaba una escapada para hablar con los cristianos y llevarles pan. El padre decidió espiar sus andanzas y en una de sus visitas, le preguntó qué escondía en el regazo. Ella respondió «rosas». Al-Mamún quiso cerciorarse y encontró flores en lugar de pan.
La ermita que existe hoy en día se construyó, por suscripción popular, a primeros del siglo XVI. Su fachada es de estilo Renacentista Lombardo y su interior se compone de tres naves, siendo la central más alta y donde se encuentra el altar mayor.

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